Empezó siendo una pintada más en el Madrid/grafiti. «Muelle», y un muelle muy rebordeado, terminado en una flecha que no apunta a nada y nos apunta a todos. Encima, una erre circular y enigmática. ¿Quién que zapatea un poco por Madrid no se había familiarizado con las pintadas de Muelle, bellas, lacónicas, urgentes y sin destinatario? ¿O su destinatario éramos todos? Luego, la pintada fue creciendo, perfeccionándose, postmodernizándose. Muelle en una tapia, en un contenedor, en una esquina, en una trasera de la ciudad. Ahora Muelle, Juan Carlos Argüello, ha muerto, y su nombre se ha abierto en la muerte, como una rosa macho. ARCO, Estiarte, Bellas Artes, el Ayuntamiento, acogen a Muelle después de muerto. 29 años y cáncer. La pintada era ya gigantesca, grabado amarillo al rojo, perfilado en negro y plata, centelleante y metálico. Muelle, anticultural y antimercado, nunca quiso nada (ya famoso) por sus obras. Muelle en el Museo de la Ciudad. Grafitero madrileño multado con 2.500 ptas. por el Ayuntamiento (siempre se enteran tarde las fuerzas vivas). Hoy acogido por el mismo Ayuntamiento con honores municipales. Barroquismo y colorido crecientes, neoyorquizantes. Deja seguidores. Su pintada es ya la rúbrica del Madrid postmoderno. El Mundo”19 noviembre 1995. Francisco Umbral.

esta foto ha sido tomada en Marzo de 2012, un mes antes de la intervención de urbanismo (del Ayuntamiento) en el que el roce de la red de protección ha eliminado todas las zonas afectadas por levantamientos. Es de las últimas fotos de la firma de Muelle, en la que vamos a poder ver la firma completa.